domingo, 27 de diciembre de 2015

Terror en las profundidades

Reptaban trabajosamente por los estrechos túneles que había en la roca. No podían perder ni un segundo. Hacía pocos minutos que se habían encontrado con unos cuantos seres de aquellos. Habían tenido que matarlos... Todo el mundo sabía cual era el problema de matar alguno de esos bichos. En poco tiempo se enteraba el resto de la colonia y, entonces, eras hombre muerto. Pero León no quería morir. Ni quería que muriese ninguno de sus hombres.

- ¡Daos prisa! – les increpó - ¿Alguno quiere ser carne de insecto esta noche?

- No, señor – contestó el sargento Mikra – Hoy prefiero cenar con aquellas rubitas de la base...

En aquel punto el túnel se estrechaba aún más, y ahora tendrían que ir de uno en uno. Eso retrasaría su marcha y aún debían encontrarse a varios cientos de metros de la superficie. Quizás esta vez no lo conseguirían.

León colocó su arma por delante suya y comenzó a avanzar por el estrecho camino. Sus gafas de infrarrojos le permitían ver con claridad todo lo que había en los siguientes diez metros de recorrido, pero eso no era ningún alivio. Al menos, tendría tiempo de disparar.



Los ruidos comenzaron a escucharse cinco minutos después. Al principio era como un rumor sordo que nacía en las entrañas de la tierra y subía hacia la superficie. Después, todos pudieron percibir el característico sonido de esos bichos. La sangre se le heló en las venas. Por muchos encuentros que hubiera tenido ya con ellos, nunca dejaba de aterrorizarle su visión. Apretó el paso. La galería parecía que se ensanchaba un poco más adelante y, cuanto más ancha fuera la galería, menos de sus hombres morirían. Porque, si de algo estaba seguro ahora, era de que esta noche algunos de ellos no se sentarían a la mesa...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...